Siempre me ha gustado el tomate, y todas las recetas elaboradas con él, independientemente de la forma, en sopa o crema (gazpacho o salmorejo), en fritada, crudo en ensalada…. Así que cuando vi una foto de esta receta de tarta de tomate no lo dude, tenía que probarla, y si estaba plenamente convencida, cuando leí la receta no había ninguna excusa, era sencillísima. La mayor complicación que tiene es hacer la masa brisa, y esto con la Cooking Chef de Kenwood no es ningún problema como ya hemos visto en un post anterior
Tarta de tomate
1 base de tartaleta de masa brisa (ver post de 18 de junio de 2012)
1 cebolla grande
1 diente de ajo
2 tomates rojos y duros (la piel debe estar firme)
Hierbas aromáticas (perejil, albahaca, eneldo, tomillo)
Aceite de oliva
Spray de aceite de oliva (opcional)
Sal
Pimienta
Accesorios:
Varilla flexible
Procesador de alimentos (opcional)
¡ Manos a la obra !
El primer paso es elaborar la tartaleta de masa brisa (véase el post de 18 de junio de 2012)
A continuación, montamos el procesador de alimentos en la Cooking Chef, cortamos la cebolla en juliana, y picamos el ajo.
Montamos en la Cooking la varilla flexible. Ponemos 40 cc. de aceite (yo para medir estas cantidades utilizó el tubo de empujar la comida del procesador de alimentos) en el bol y subimos la temperatura a 110º. Añadimos la cebolla, la pochamos, tapada con la tapa antisalpicaduras, 2 minutos, y a velocidad 3 de remover. A continuación añadimos el ajo. Seguimos cociendo, con el bol tapado, a 110º, velocidad 3 de remover hasta que la cebolla esté dorada y blandita (unos cuatro minutos).
Mientras se pocha la cebolla cortamos los tomates en rodajas finas sin pelar (por eso es importante que sean duros y la piel sea firme). Este año, los Reyes Magos me trajeron un pelador de tomates, un cuchillo para cortarlos y un descorazonador. Siempre pensé que eran una tontería, que un buen cuchillo… bien, otro mito caído; todos son maravillosos. Si tenéis ocasión de haceros con ellos, no lo dudéis.
Precalentamos el horno a 180º.
Ponemos la tartaleta en el molde en el que la hayamos horneado.
Cuando la cebolla esté pochada, la incorporamos a la tartaleta. Extendemos por toda la base con una espátula, y encima colocamos las rodajas de tomate, montándolas un poco entre sí y formando el círculo del molde (si utilizáis un molde rectangular hacer rectas paralelas en el sentido del lado más largo).
A continuación, con cuidado untamos los tomates con un poco de aceite con ayuda de una brocha o rociamos con un espray y salpimentamos. Después espolvoreamos con las hierbas aromáticas. La metemos en el horno hasta que los tomates cojan un color dorado (unos cinco minutos bastan). Servir templada.
Como habéis comprobado es una receta muy sencilla y rápida, pero no por eso dejéis de hacerla. De verdad, os aseguro que está riquísima, sorprenderéis a vuestros comensales.
¡Espero que os guste !
Noemí
Observaciones
¡Espero que os guste !
Noemí
Observaciones
- Podéis utilizar la mezcla de hierbas que mas os guste. Yo no pongo orégano, porque aunque es una hierba que me gusta, cuando la puse, la tarta tenía un gusto a pizza y no es lo que yo quiero para esta tarta.
- Para esta tarta la base de masa brisa no debe ser fina, sino se quiebra; yo la hago de unos 5 milímetros de espesor.
- Cuando la cortéis aseguraros que lo hacéis con un buen cuchillo para que la tarta no se desquebraje.
- Esta receta también sale muy bien, si en lugar de hacer una tarta para partir, se hace en tartaletas pequeñas individuales.